La hora de los pendejos

Hace unos años en las redes sociales le inquirieron al Brigadier CBP Santiago Orejuela para enfrentar la corrupción del Cuerpo de Bomberos del Perú. A lo que respondió que "no era el tiempo adecuado".

Esta semana este Brigadier ha sido sentenciado a cárcel por un caso denunciado por mi en esta revista, gracias a la dedicación de bomberos voluntarios que documentaron la explotación de autobombas por la compañía Alfa Gas, que involucraban a Orejuela como uno de los implicados.

La sentencia solo destapa la generalización de la corrupción, y como esto ha desautorizado a todo el plantel bomberil de erigir, protestar, o aspirar nuevamente a nombrar a un jefe bomberil. El CGBVP esta donde se merece estar, una extensión mas, ínfima y mínima del poder político de turno. Saturada de burocracia y de incompetencia. La que no es nueva ni impuesta por los dos últimos gobiernos, viene al menos en 40 años de continua incompetencia voluntaria.

El nombramiento de Alejandro Navarrete como Director de Operaciones desnudó lo que dijimos meses atrás y demuestra que el contador publico sabia de la denuncia judicial y así persistió en reemplazar a Rafael Calvo, lo que exhibe que este burócrata llamado Víctor Mandragón no es mejor que los pendejos que le antecedieron.

A la larga, la evidencia esta en la mesa, Mandragón es un inútil mas que en lugar de servir a la patria, sirve a su agenda. Quienes le sirven, no merecen el titulo de colaboradores sino de cómplices.

El CGBVP no tiene reparo, esta en el fondo del mierdero. Lo único que se puede hacer para salvar el voluntariado bomberil y me repito nuevamente; Es quitarle el monopolio y dejar que renazcan y florescan con el tiempo las unidades voluntarias no asociadas con el gobierno.