Abandono de Servicio en Barrios Altos

El Brigadier General Alfonso Panizo Otero debe ser destituido de inmediato por promover y declarar abandono de servicio en uno de los mayores desastres que ha afectado a Lima. Más aún, debe ser despojado de todo privilegio, grado y posición en el Cuerpo de Bomberos del Perú.

Su conducta es inaceptable y debe ser degradado y expulsado. Sus declaraciones en la prensa también lo son. Ha generado zozobra, sorpresa y descontento en un momento crítico. Lima enfrenta un desastre sin precedentes, con decenas de damnificados. No se necesitan declaraciones de este tipo.

No hay precedentes de una situación así, y dejarla pasar solo añadirá otra sombra a la historia del Cuerpo de Bomberos del Perú. Una sombra comparable a cuando los bomberos rompieron la neutralidad que todo servicio de emergencia debe mantener al acusar a los líderes de la Marcha de los Cuatro Suyos en el 2001.

Panizo, quien ha intentado convertirse en jefe haciendo lobby durante años, ha demostrado que no tiene temple ni carácter para liderar ni enfrentar situaciones difíciles. Quizás haber nacido en cuna dorada le privó de la resistencia necesaria, porque lo que nos regaló a todos los peruanos fue un triste espectáculo: un berrinche de "me voy porque estoy abandonado". Luego, el Comandante General tuvo que salir a tratar de arreglar la situación.

Si estuviera en Lima, le regalaría a don Alfonso Panizo un osito de peluche con una tarjeta: "No te sientas solo, te queremos, no te vayas, por favor".

Es realmente lamentable la falta de liderazgo en el Cuerpo de Bomberos del Perú y cómo, con los años, ha ido degradándose como institución. De algo estoy seguro: el ex Comandante General Larry Lynch, el oficial más subestimado de las últimas tres décadas, quien alcanzó la más alta posición cuando otros wannabes nunca lo lograron, jamás hubiera abierto la boca para decir semejante barbaridad. La templanza se forja en las carencias y dificultades de la vida.

¿Se imaginan al Almirante Grau renunciando a su comisión en el Huáscar por falta de apoyo militar? ¿A Bolognesi negándose a defender Arica por falta de refuerzos? Ni siquiera escribiendo el infame Apure Leiva lo llevó al abandonó de su sagrada obligación. La falta de apoyo logístico e infraestructura es una realidad constante en los cuerpos de bomberos del tercer mundo y no es muy diferente a lo que he escuchado de jefes de bomberos en EE.UU. En New York los oficiales están quejándose de falta de presupuesto, recortes, cierre de estaciones de bomberos, equipo desfasado, antiguo.

Por cierto, para quienes no lo saben, después del 11 de septiembre de 2001, las tareas de recuperación duraron nueve meses. Los bomberos trabajaron más de 100 días con equipos tan precarios que muchos siguen falleciendo de cáncer. Bomberos orgullosos de servir a su país en tan difícil circunstancia.

Panizo deshonra a todos los bomberos del país y a cada profesional de emergencias peruano. Es faltarle el respeto a los médicos que, durante la pandemia del COVID-19, se sintieron solos y abandonados mientras atendían pacientes sin guantes, sin ropa de recambio, sin vacunas y sin mascarillas nuevas.

Sin embargo, entiendo la frustración de todo bombero en una emergencia tan larga. Pero ahí radica la diferencia entre dirigir y ser dirigido en una institución vital, que no piensa más allá de sus narices por la mediocridad de su alta oficialidad. Puedes reducir la dotación a la de una guardia de una o dos unidades, declarar controlado el siniestro y pasar como digo a un aspecto de vigilancia.

Más allá de las soluciones operativas a tal situación, que la incapacidad y ofuscamiento no permite ver. Esta es una oportunidad dorada. El alcalde de Lima, Lopez Aliaga corregirá varios desvíos y errores del poder legislativo en lo que respecta a la normativa de almacenes y clausuras, y los bomberos tienen una ocasión única para expandir sus responsabilidades en desastres. Pueden especializarse en un área clave para Lima: el rescate en colapsos masivos de edificios tras un terremoto. Los bomberos cuentan con ingenieros estructurales y pueden establecer relaciones estratégicas con la rama de ingeniería del Ejército Peruano y otras instituciones para desarrollar un sistema avanzado de demolición y rescate de estructuras, único en Sudamérica

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El futuro dirá si aprovecharon o desperdiciaron esta oportunidad.

Quiero cerrar con una nota positiva sobre la impecable actuación de Sedapal en Barrios Altos. En especial, quiero reconocer a su presidente, nuestro apreciado “Nino”, por el despliegue de infraestructura y su compromiso al pie del cañón junto con el personal operativo de Sedapal.

José Musse

New York City