Bombero busca casa
Updated: Jan 25, 2022
Como consecuencia de la pandemia cerca de 350 mil residentes han abandonado la ciudad de New York. Esta ciudad es de rascacielos y grandes edificios, en tiempo de pandemia las escaleras y elevadores son imposibles de evitar y compartir, han sido los lugares donde más contagios se produjeron. Muchos se han ido para no volver y han fijado residencia en otros estados como Florida.
Después de casi 20 años, he estado considerando seriamente cambiar de ciudad. Buscar nueva casa no ha sido tan simple. Florida es una alternativa atractiva. La mejor oferta gastronómica peruana está en Miami, pero no es una decisión en solitario, es de familia. Huracanes, es algo que hace considerar mudarse. Cuando he estado en Miami y he preguntado sobre los huracanes, para los residentes es como preguntarle a un limeño si considera irse de la ciudad por los sismos.
He vivido dos huracanes, Irene (2011) y Sandy (2012) mi casa de dos pisos y sótano resistió muy bien y por suerte, lo suficientemente lejos de la zona costera para no sufrir la destrucción de las inundaciones que se produjeron, pero no fue una grata experiencia, perdimos electricidad y hubo destrucción en nuestros alrededores. Árboles caídos sobre casas vecinas eran un ejemplo de la fuerza destructora, en total 69 billones de dólares en pérdidas. En aquella época buscaba casa en un vecindario en los suburbios de la ciudad, cerca al océano, que luego pude ver bajo el agua por el huracán Sandy. Obviamente nunca compramos en ese vecindario.
Hay muchas cosas a considerar cuando se compra una casa en los Estados Unidos. Esencialmente en muchos países se compra lo que se ve y es fácil de ver lo que se compra. Las casas estadounidenses generalmente no usan columnas, por lo tanto la integridad estructural es fácilmente comprometida. Las intensas lluvias generan moho y hongos entre las paredes y eso genera enfermedades respiratorias. El extremo calor y extremo frío, generan esas grietas que anidan moho. En promedio un techo dura cerca de 20 años, no como en Lima que son eternos. Tratando de educarme, sobre la importancia de pagar por la inspección profesional de la casa antes de comprarla, encontré un caso documentado en las redes sociales que mostraba una casa impecable, modernizada. Debajo del exterior laminado, habían paredes quemadas. La casa se había incendiado y lejos de reparar las paredes y reemplazarlas, las habían cubierto, ocultando lo quemado.
Mi hijo sirviendo en el ejército estadounidense vivió en Georgia. Mi esposa estaba enamorada de su casa y el vecindario, visitarlo les causó una gran impresión a ella y a mi hija, hasta que caminando encontraron un letrero que advertía la presencia de cocodrilos. Mudarse a Georgia, Luisiana, Texas y Florida se esfumaron. Mi esposa y mi hija, no quieren saber nada con cocodrilos y caimanes.
Mis historias de como casi tuve un cocodrilo bebe de mascota siendo adolescente porque los vendían ambulatoriamente en la calle Comandante Espinar de Miraflores, no pareció ayudar.
No solo son zonas habitualmente afectadas por huracanes, suelen habitar esos letales reptiles. En los noticieros norteamericanos son habituales las noticias de un gran cocodrilo deteniendo el tráfico de una autopista, cruzando calles llenas de peatones y haciéndose de la bella piscina del vecino. Al parecer antes de nadar en tu propia piscina conviene hacer una inspección visual previamente a la zambullida. Florida tiene miles de lagos.
El Medio Oeste norteamericano es conocido por sus tornados, ataques de osos y pumas, al igual que el Oeste, además de sus masivos incendios forestales. El sur por sus huracanes, cocodrilos y avistamientos de tiburones y Hawaii, un paraíso frecuente en las conversaciones familiares, tiene cinco volcanes activos en este momento y suele ser golpeado por tsunamis, como todos sabemos.
A mi no me importa mucho. El paraíso perfecto no existe y si existe hay un precio alto que pagar. Huracanes, tiburones, terremotos o incendios forestales. Nacer en un país convulsionado del tercer mundo, en estado permanente de emergencia y crisis me hace menos sensible pero mi familia es de neoyorquinos que solo saben lidiar con ataques terroristas, apagones, nevadas árticas, ardillas, mapaches rabiosos y congestión diaria de tráfico.
José Musse
New York City
Foto:Alwi Hafizh Al Mumtaz
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