Murió instantáneamente
Después de la frase incendio producido por corto circuito, esta debe ser la frase más popular entre los servicios de emergencia y prensa. Murio instantaneamente es un cliché, algo que debemos entender es perfecto para decirle a los familiares dolientes, pero rara vez ocurre.
Cuando fue ejecutado en la guillotina Charlotte Corday en 1793. Un hombre llamado Francois le Gros dice que recogió la cabeza y le dio dos bofetadas en cada mejilla. De acuerdo a su testimonio, la cabeza cortada cambió su expresión a enojo. Ana Bolena, decapitada por el rey Enrique VIII, dice que trató de hablar luego de su decapitación. La explicación científica es que el cerebro contiene el 20% del oxígeno en el cuerpo y la decapitación no altera la sangre inmediatamente almacenada en los vasos sanguíneos y tejidos.
Hay reportes de que muchos animales pueden sobrevivir mayor tiempo después de ser decapitados. Un chef chino falleció luego de ser mordido por la cabeza de una serpiente venenosa, cuya cabeza había sido cortada 20 minutos antes. Hay un caso de una gallina llamada Mike que sobrevivió 18 meses, luego de ser decapitada.
En casos de muerte sin decapitación. Estudios en personas sostienen que la actividad cerebral puede durar 30 minutos después que el corazón paró de bombear. Con este principio en mente podemos afirmar que al encontrar un cuerpo muerto, dependiendo del tiempo del hallazgo y el incidente, todavía podría tener algunos niveles de consciencia. Está muerto, pero nos puede escuchar.
Con estos hallazgos, bien podríamos decir que si la víctima no fue vaporizada en una explosión o fue triturado a micro fragmentos, no murió rápidamente.
José Musse
New York
Foto: Anna Shvets
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